CUENTA KUKUSHKA :
Siempre me he sentido molesta con muchas de las cosas que escucho que se les dicen a diario a los niños, las escucho en cualquier lugar, sala del pediatra, en el banco, en supermercados, portales de viviendas, ascensores, parques, museos, en la calle, esperando en los semáforos, etc...
Concretamente a las que me refiero, que peor me sientan, son las exclamaciones y preguntas que reciben los niños (por parte de amigos, conocidos y de auténticos desconocidos), de las que mi hijo tampoco se ha librado.
Son frases (quiero creer) que la gente las suelta sin pensar en lo que está diciendo, sin mala intención, por pura reproducción de costumbres, por hábito, sin cuestionar un segundo la repercusión que eso tiene en la pequeña mente del niño.
Enumeraré alguna de las frases a las que me refiero:
¡Dame un beso!
¡Ven a darme un beso!
¡No has venido a darme un beso?!
¡Vaya niño que no me da un beso!
¡Si me das un beso te doy una chuche!
¿Por qué no te quedas aquí conmigo?
¡Vente a mi casa, vente conmigo!
¿Quieres un caramelo, en casa tengo más?
¿Vente conmigo a mi casa que tengo muchos juguetes?
¿Que se dice?
etc....
Y si las respuestas del niño no son las deseadas, el niño recibe una crítica, un desprecio y/o rechazo.
¿Se os pone al leerlo la piel de gallina?. ¡A mí si!
Como bien sabréis el niño la primera vez que las escucha se queda bloqueado (en que tesitura le ponen), por qué le están diciendo eso unos desconocidos o simples conocios? se preguntará. Unas veces miran a los padres perplejos, en busca de ayuda a lo que están sintiendo, otras veces los niños se ponen a llorar y se agarran a su mamá fuertemente, otras veces cuando han avanzado emocionalmente y están afirmando su persona, ignoran estas frases o responden con el NO.
Me encanta y lo seguiré diciendo y permitiendo, cuando mi hijo no quiere dar un beso cuando se lo piden, me encanta cuando mi hijo dice "NO y NO QUIERO", me encanta cuando mi hijo responde "en mi casa también tengo muchos juguetes", me encanta cuando dice "mi madre también me da chuches".
Afirmaré este comportamiento y no por ello estoy creando una persona arisca, antisocial, sin valores o comportamientos sociales inadecuados, sin cortesía y educación. No es así, pues mi hijo da besos cuando le sale del corazón, besos espontáneos con cariño y amor a quien el quiere y siente, mi hijo dice gracias y pide por favor las cosas cuando él lo siente y quiere, nunca se le ha obligado a ello.
Considero que eso es lo más adecuado: respetar su negativa de dar afecto a quien no desean (realmente es su propia decisión respecto a quien quiere expresar sus sentimientos, es una protección innata). No nos damos cuenta que al mermar o dirigir su voluntad, sus decisiones, su opinión, su expresividad, sus sentimientos y espontaneidad con la escusa de la cortesía, normas sociales y educación, estamos poniendo en peligro a nuestros hijos.
Sí, he dicho en peligro. Les estamos adiestrando a que acepten cosas que no desean y no les gusta y ellos al final cederan por no contrariar y para que no nos enfademos con ellos.
Las personas que no son ni su padre, ni su madre, ni la persona que le cria desde su nacimiento (el resto son desconocidos respecto a sus emociones y sentimientos) suelen decirles estas cosas a los niños como una "broma" a ver que hace el niño, para experimentar con su reacción, para enrabietarle... Yo me pregunto si está prohibido tener animales en el circo, por qué permitimos esto?.
Cuando quien hace estas preguntas o imposiciones recibe un toque de atención, lo más ligero que te dicen como respuesta es: "Anda no lo veas mal, únicamente estaba bromeando, es una gracia" y a tus espaldas te esta llamando grosera o que malcrias al niño. Pues sí me lo tomo a mal y pareceré grosera, pero esta actitud hacia los niños se denomina manipulación, dominio de su voluntad, chantaje, etc.
Porque los niños no saben de "gracias" ni "bromas" más allá de que el Pocoyó brinca, que Peppa Pig se tumba en el barro y rie, que Dino-tren lleva muchos dinosaurios cantando dentro o que Dora la exploradora encuentra la montaña de chocolate y salen pompas de lo más alto. Lo otro es embromarlos y eso es irrespetuoso y daña al niño.
Incluso ni padres, ni madres, ni personas que crian al niño desde su nacimiento lo deberían hacer.
Vuelvo a decir que esto se llama manipulación, dominio de su voluntad, chantaje, etc. Unido a que produce una gran confusión en las pequeñas mentes de los niños , pues se les expone a una situación o decisión extremadamente difícil para ellos. Poner en una tesitura tan grande y preocupante para un niño pequeño, cuando está aprendiendo a encontrarse, a tomar decisiones y necesita como alimento mas que la comida, la aceptación y el amor de sus padres.
Pienso que en algo tan profundo y sentimental como son los besos y la compañía, no deberían imponerse bajo ningún concepto. Ya que los besos nacen del corazón y se dan con amor y cariño a quien tú quieras.
Y tras esta sensación personal y opinión propia que me ronda desde siempre en la cabeza, me puse a buscar información al respecto y EUREKA!!, comprobé que no era cosa mía, que cada vez son más los EXPERTOS que afirman que no se le debe obligar a un niño a dar besos ni a recibirlos si no los quieren y que hay que salir en la defensa de los niños y decirles: claro que no, si no quieres dar un beso no lo des y si no quieres que te den un beso esta bien que digas NO.
El peligro presente y futuro al que estamos exponiendo al niño obligándole a besar y dejarse besar si no lo quieren, según las fuentes de los expertos, es tan sencilla que puedes encontrarlo poniéndote en la situación como adulto frente a las mismas preguntas que se hacen a los niños.
Qué piensas si un desconocido te hace chantaje con que le des un beso?
Qué piensas si algún conocido al que no quieres besar te obliga a ello?
Qué piensas si algún desconocido te dice ven a mi casa que allí tengo cosas interesantes que darte y además por ello te pido que me beses?
No dejemos de dar infinitos besos a nuestros hijos y de respetar sus ¡No-besos!
Concretamente a las que me refiero, que peor me sientan, son las exclamaciones y preguntas que reciben los niños (por parte de amigos, conocidos y de auténticos desconocidos), de las que mi hijo tampoco se ha librado.
Son frases (quiero creer) que la gente las suelta sin pensar en lo que está diciendo, sin mala intención, por pura reproducción de costumbres, por hábito, sin cuestionar un segundo la repercusión que eso tiene en la pequeña mente del niño.
Enumeraré alguna de las frases a las que me refiero:
¡Dame un beso!
¡Ven a darme un beso!
¡No has venido a darme un beso?!
¡Vaya niño que no me da un beso!
¡Si me das un beso te doy una chuche!
¿Por qué no te quedas aquí conmigo?
¡Vente a mi casa, vente conmigo!
¿Quieres un caramelo, en casa tengo más?
¿Vente conmigo a mi casa que tengo muchos juguetes?
¿Que se dice?
etc....
Y si las respuestas del niño no son las deseadas, el niño recibe una crítica, un desprecio y/o rechazo.
¿Se os pone al leerlo la piel de gallina?. ¡A mí si!
Como bien sabréis el niño la primera vez que las escucha se queda bloqueado (en que tesitura le ponen), por qué le están diciendo eso unos desconocidos o simples conocios? se preguntará. Unas veces miran a los padres perplejos, en busca de ayuda a lo que están sintiendo, otras veces los niños se ponen a llorar y se agarran a su mamá fuertemente, otras veces cuando han avanzado emocionalmente y están afirmando su persona, ignoran estas frases o responden con el NO.
Me encanta y lo seguiré diciendo y permitiendo, cuando mi hijo no quiere dar un beso cuando se lo piden, me encanta cuando mi hijo dice "NO y NO QUIERO", me encanta cuando mi hijo responde "en mi casa también tengo muchos juguetes", me encanta cuando dice "mi madre también me da chuches".
Afirmaré este comportamiento y no por ello estoy creando una persona arisca, antisocial, sin valores o comportamientos sociales inadecuados, sin cortesía y educación. No es así, pues mi hijo da besos cuando le sale del corazón, besos espontáneos con cariño y amor a quien el quiere y siente, mi hijo dice gracias y pide por favor las cosas cuando él lo siente y quiere, nunca se le ha obligado a ello.
Considero que eso es lo más adecuado: respetar su negativa de dar afecto a quien no desean (realmente es su propia decisión respecto a quien quiere expresar sus sentimientos, es una protección innata). No nos damos cuenta que al mermar o dirigir su voluntad, sus decisiones, su opinión, su expresividad, sus sentimientos y espontaneidad con la escusa de la cortesía, normas sociales y educación, estamos poniendo en peligro a nuestros hijos.
Sí, he dicho en peligro. Les estamos adiestrando a que acepten cosas que no desean y no les gusta y ellos al final cederan por no contrariar y para que no nos enfademos con ellos.
Las personas que no son ni su padre, ni su madre, ni la persona que le cria desde su nacimiento (el resto son desconocidos respecto a sus emociones y sentimientos) suelen decirles estas cosas a los niños como una "broma" a ver que hace el niño, para experimentar con su reacción, para enrabietarle... Yo me pregunto si está prohibido tener animales en el circo, por qué permitimos esto?.
Cuando quien hace estas preguntas o imposiciones recibe un toque de atención, lo más ligero que te dicen como respuesta es: "Anda no lo veas mal, únicamente estaba bromeando, es una gracia" y a tus espaldas te esta llamando grosera o que malcrias al niño. Pues sí me lo tomo a mal y pareceré grosera, pero esta actitud hacia los niños se denomina manipulación, dominio de su voluntad, chantaje, etc.
Porque los niños no saben de "gracias" ni "bromas" más allá de que el Pocoyó brinca, que Peppa Pig se tumba en el barro y rie, que Dino-tren lleva muchos dinosaurios cantando dentro o que Dora la exploradora encuentra la montaña de chocolate y salen pompas de lo más alto. Lo otro es embromarlos y eso es irrespetuoso y daña al niño.
Incluso ni padres, ni madres, ni personas que crian al niño desde su nacimiento lo deberían hacer.
Vuelvo a decir que esto se llama manipulación, dominio de su voluntad, chantaje, etc. Unido a que produce una gran confusión en las pequeñas mentes de los niños , pues se les expone a una situación o decisión extremadamente difícil para ellos. Poner en una tesitura tan grande y preocupante para un niño pequeño, cuando está aprendiendo a encontrarse, a tomar decisiones y necesita como alimento mas que la comida, la aceptación y el amor de sus padres.
Pienso que en algo tan profundo y sentimental como son los besos y la compañía, no deberían imponerse bajo ningún concepto. Ya que los besos nacen del corazón y se dan con amor y cariño a quien tú quieras.
Y tras esta sensación personal y opinión propia que me ronda desde siempre en la cabeza, me puse a buscar información al respecto y EUREKA!!, comprobé que no era cosa mía, que cada vez son más los EXPERTOS que afirman que no se le debe obligar a un niño a dar besos ni a recibirlos si no los quieren y que hay que salir en la defensa de los niños y decirles: claro que no, si no quieres dar un beso no lo des y si no quieres que te den un beso esta bien que digas NO.
El peligro presente y futuro al que estamos exponiendo al niño obligándole a besar y dejarse besar si no lo quieren, según las fuentes de los expertos, es tan sencilla que puedes encontrarlo poniéndote en la situación como adulto frente a las mismas preguntas que se hacen a los niños.
Qué piensas si un desconocido te hace chantaje con que le des un beso?
Qué piensas si algún conocido al que no quieres besar te obliga a ello?
Qué piensas si algún desconocido te dice ven a mi casa que allí tengo cosas interesantes que darte y además por ello te pido que me beses?
No dejemos de dar infinitos besos a nuestros hijos y de respetar sus ¡No-besos!
DEL BAÚL SALE:
Un libro ilustrado sobre este tema "contra la violencia sexual y raptos infantiles" :
